jueves, 27 de marzo de 2014

Falta de transparencia

Eran los años 80s, el mundo vivía una transformación importante a nivel político, social y económico, los gobiernos más poderos aun mantenían roces derivados de la guerra fría, la televisión y las telecomunicaciones empezaban a demostrar su poderío,  los medios de comunicación empezaron a liberarse de los gobiernos de turno, y así empezaban de un lado a otro del planeta una información globalizada de los sucesos más importantes que se acontecían.

América Latina era un lugar estratégico importante para los intereses de las naciones poderosas, por muy pequeños que fueran algunos países, esa América Latina que estaba caracterizada por gobiernos autoritarios, específicamente por Gobiernos Militares que sembraban opresión y persecución, la mayoría llegaban al poder producto de Golpes de Estado a los gobiernos en turno, y del otro lado movimientos revolucionarios del pueblo oprimido, estudiantes, sindicatos, trabajadores, que sembraban terror en las ciudades producto de sus acciones subversivas y así empezó una gran carrera por el poder.

Sin embargo el mundo cambio con procesos políticos tan importantes como los conflictos entre Rusia y Estados Unidos, situación que repercutió en la política exterior e interior de América Latina, dando paso en muchas ciudades a proceso de Paz, marcados por el abandono de las armas y una reforma política que daría paso a elecciones democráticas en cada país.

Especialmente en Guatemala corría la primera parte de la década de los 80s, y luego de un Golpe de Estado realizado por el General Humberto Mejía Victores, este mismo convoca a elecciones democráticas en el país, luego de años de gobernabilidad militar. ando paso así a una nueva historia política de nuestro país, al que le vendría posteriormente un proceso de paz, reconciliación y reconstrucción de un país golpeado fuertemente por la pobreza, la muerte, y la ideología de clases.

Al mismo tiempo que se abría un nuevo camino de esperanza política, un nuevo camino de esperanza económica se hacía demasiado distante, gente más pobre, gente sin vivienda y sin oportunidades de trabajo, gente golpeada sumida en crisis resultando una gran diferencia de clases sociales muy marcadas, los ricos empezaron a ser más ricos y los pobres empezaron a ser más pobres.

Con el inicio de los procesos democráticos se fueron fortaleciendo también los procesos eleccionarios, pero en cada uno habían dos cosas en común, políticos deseando puesto altos para gobernar a costas del pueblo y el grito silencioso de la pobreza muchas veces derivada de un conflicto armado sin sentido.

Resulta entonces que con el pasar de los años y de los gobiernos democráticos, las autoridades siempre se aprovechaban de la confianza que la población les depositaba y empezaron a ver puestos en el gobierno como una oportunidad de oro para enriquecerse ilícitamente y a costas de un pueblo devastado, momento en el cual la población deja de creer ciegamente en sus gobernantes.

Durante los siguientes momentos históricos democráticos, todos los gobiernos siempre tenían algo en común: la corrupción del estado y sus gobernantes. Un grito a voces del pueblo y de los medios de comunicación hacían que la tarea de muchos ladrones disfrazados de gente honrada saliera a la luz.

Corrupción, pobreza, falta de transparencia, es algo que ha caracterizado a los gobiernos elegidos dramáticamente durante los últimos 25 años. Ninguno de estos gobiernos se han salvado que salga a la luz los diferentes delitos que sus funcionarios han sido capaces de realizar a espaldas del pueblo.

Aun hoy por hoy sigue siendo una constante la auténtica falta de transparencia en las instituciones del Estado. Sin embargo el ciudadano consciente y responsable siempre acude a las urnas a elegir al candidato que mejor le parezca, aunque este después de tomado posesión, resulta siendo uno de los más nefastos manejadores de la economía del pueblo.

Si los políticos, "autoridades", tomaran consciencia de la situación del país en cómo nos están perjudicando sus acciones y dejaran de preocuparse por el “YO” que todo lo quieren, lo tienen y quieren más, pienso que podríamos avanzar y tener una transparencia en nuestro gobierno.

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